“Cashmere Cat is a Girl (*)”. Magnus August Høiberg, el andrógino DJ noruego y productor conocido como Cashmere Cat, presentó este EP el cual me parece digno de revisión, lo suficiente como para inaugurar mi primer post en este blog. Se trata de su segundo EP, éste editado por LuckyMe Records, un sello que, por las cosas que le he oído me dará que hablar en más de una ocasión.
August no siempre fue Cashmere Cat, este chico representó a su país en los campeonatos del mundo de la DMC desde 2006 hasta 2009 con el nombre de DJ Final. Con semejante historial, damos por hecho su habilidad en los platos, pero estamos hablando de una persona con talento, y lo demuestra sobradamente a la hora de producir. Ahí es donde aparece el verdadero Cashmere Cat, y nos muestra ese sonido tan particular y experimental (weird sounds, como él mismo ha confesado).
La primera vez que su nombre llegó a mis oídos fue a principios de 2013, curioseando sobre la evolución electrónica del Trap, que tuvo una explosión con el fenómeno viral del Harlem Shake. De entre todos los DJs y productores que normalmente catalogaban dentro de este subgénero, Cashmere Cat tenía algo diferente. Sus remezclas a Lana Del Rey, Jeremih, 2 Chainz, BenZel y en especial el remix del «Do You» de Miguel, hicieron que pusiera ojo sobre los siguientes pasos del artista noruego.
Tras hacerse rogar, en febrero de 2014 presenta Wedding Bells, un increíble EP de menos de veinte minutos de duración, pero con suficiente calidad para motivarme a escribir. Se trata de una edición de 4 pistas, en la que dentro de cada una de ellas se alternan emociones de todo tipo. Y todo ello tratándose una edición instrumental, ¡toma ya! Así que no esperen más voces que pequeños cortes de sampleados (entre los que por supuesto no puede faltar el jersey bed).
«With Me» es una magnífica manera de comenzar, en donde Cashmere lleva al límite la vocal entre una cuidada composición de sonidos, con un último minuto épico. La siguiente canción, «Pearls», tal vez sea la que menos me convenza, su complicación técnica resulta confusa por momentos. Esta publicación termina con «Rice Rain», la melodía más relajada (salvando algún pequeño amago) y que me suscita una emoción más homogénea. Un breve pero intenso tracklist.
¿Que si me he olvidado una pista de por medio? Por supuesto, pero es que el tema que da nombre a esta publicación merece mención aparte. Wedding Bells es una jodida obra maestra.Majuestoso, aquí el enigmático productor es capaz de combinar sonidos totalmente antagónicos para que los cinco minutos de duración sean un ir y venir de sensaciones. Para poner el repeat y disfrutar horas (se puede, YO lo he logrado).
No sólo conforme con eso, el vídeo es también magnífico. En formato de trailer cinematográfico, y con la mitad de duración de la canción original, Peter Marsden refleja los altibajos emocionales en la historia de una pareja y sus vivencias. Todo ello, aderezado con pequeñas frases escritas por usuarios en distintas redes sociales, entre ellas con la que daba comienzo a este post (*).
Lo dicho, un trabajo muy muy interesante. Si este sonido extraño te atrae, deberías también de escuchar su primer EP, Mirror Maru, con un sonido similar a éste pero a mi juicio de calidad sensiblemente inferior.
Esperemos que Cashmere Cat no venda su escencia a Don Dinero, y nos pueda seguir regalando sus weird sounds.