Hay algo que no ofrece lugar a dudas en la discografía de Sade, y es que rezuma sensualidad. Me atrevería a decir que un alto porcentaje de los nacidos en la misma década que yo (pista: podría ser compañero de nido de Naranjito) deben su existencia a una tórrida noche de pasión de sus progenitores al son de la música de la banda liderada por la cantante nigeriana.

CONTENIDO EXPLÍCITO: NO APTO PARA MENORES

Sí, acerté en el anterior párrafo al hacer mención a Sade como formación. Mientras yo pensé se trataba sólo de la vocalista, al documentarme para realizar esta entrada -de la manera más decente posible-, he descubierto que Sade Adu es la punta del iceberg. El resto del grupo consta de: Stuart Matthewman (guitarra y saxo), Paul Spencer Denman (bajo) y Andrew Hale (teclado). Banda de puro soul y smooth R&B, nacida en la capital mundial de la música, Londres, allá a principios de los años 80. Este grupo recoje el testigo del estilo cuasierótico que dejó nada más y nada menos que el tardío Marvin Gaye.

La trayectoria de Sade debería ser bien de sobra conocida por el público en general, por lo que perfectamente podría haber elegido cualquier disco de Sade para difundir la palabra. Es más, en un principio pensé hacerlo sobre «The Ultimate Collection (2011)», presente en mi colección, pero influido por el rechazo innato de jlorenzo hacia los recopilatorios, cambié de opinión. Como consecuencia de mi reciente obsesión con uno de los cortes de este álbum, el elegido tuvo que ser «Love Deluxe», cuarto disco del conjunto.

No será el mejor ni el más recordado de la discografía de Sade, pero si a diciembre de 2014 destaco este LP de 9 pistas, es porque entre ellas está presente «Cherish The Day». Su hipnótica sintonía, sumada a ese don de la vocalista para sumergirte en la más absoluta sensualidad, hacen de este tema pieza esencial y motivo de este análisis opinión. Hay que apreciar el día, sí, pero el día en que esta delicia llega hasta tus oídos.

Aparte de ésta, en «Love Deluxe» se encuentran otras recomendaciones: «No Ordinary Love», «Feel No Pain», «Kiss Of Life» o «Bullet Proof Soul». A excepción de la última, todos fueron sencillos del álbum, y bien merecido lo tienen porque llevan impreso el sello característico del grupo. Especialmente «No Ordinary Love», el cual debería estar prohibido buscarlo en Shazam o similares, ya que todo humano debe tener claro que ese apasionado sonido, sólo puede ser Sade.

Del resto pordríamos decir que son canciones disfrutables, pero no excelsas. La única pega que pondría es que la secuenciación llega a ser un poco inconsistente, entre clásicos instantáneos y canciones del montón ¡Ojalá todas las quejas fueran así! (recordar que ya he alabado 5 de las 9 canciones). La suave y ahogada voz de Sade Adu y de su banda siempre es buena compañía auditiva.

¿Falta decir algo más ante tal orgía musical? No, ahora es momento de dejar de leer y pasar a disfrutar de «Cherish The Day»…